El Gobierno mexicano ha asegurado que la cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México supondría una pérdida de unos 6.540 millones de dólares y 70.000 empleos, según los cálculos realizados para su construcción.

El diario El País informa que el director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, Federico Patiño, se ha referido a un coste total de 13.300 millones de dólares. “Es una obra de infraestructura clave para el desarrollo del país. No para los próximos 6 ó 12 años, sino para los 100 próximos años”, asegura el directivo.

Las declaraciones se han hecho en respuesta a un plan de revisión del proyecto, propuesto por Andrés Manuel López Obrador, candidato que encabeza los sondeos de cara a las elecciones presidenciales del mes de julio. El proyecto, que supondría la sustitución del aeropuerto hoy en servicio por uno mucho más moderno y de mayor tamaño, se convertiría en el segundo más grande del mundo en construcción y, probablemente, en el más importante de América Latina.

El ejecutivo del Grupo Aeroportuario, sociedad estatal encargada de la construcción y futura explotación del nuevo aeródromo, defiende que “es uno de los proyectos de infraestructura más estudiados y discutidos de la historia de México, producto de años de análisis por parte de expertos nacionales e internacionales”. En cuanto a la zona elegida para el nuevo aeródromo, criticada por el hundimiento del suelo, Patiño ha subrayado que “Texcoco es la única opción cercana a la ciudad que permite multiplicar por cuatro las operaciones de aterrizajes y despegues y afrontar así la demanda futura”, y agrega que está “en el mejor lugar posible”.

El Gobierno mexicano insiste en que, en su actual esquema, el proyecto es autofinanciable con las tasas aeroportuarias que abonan —y abonarán— los viajeros que pasan por el actual y el futuro aeropuerto de la capital mexicana.