Los autobuses turísticos “ya no son bienvenidos” en el corazón de París. Así lo ha manifestado el vicealcalde de la capital francesa, Emmanuel Gregoire.

Según ha informado Europa Press, el objetivo del ayuntamiento parisino es prohibir la entrada de buses turísticos al centro de la ciudad, animando así a los visitantes a caminar y a desplazarse en transporte público o bicicleta. La medida se ha planteado como respuesta a las quejas vecinales sobre el turismo de masas.

“Los turistas pueden hacer como todo el mundo y cambiarse a opciones más amigables con el medio ambiente o usar el transporte público. Tenemos que cambiar”, indicó el vicealcalde a este respecto. “Ya no queremos la anarquía total de los buses turísticos en París”, agregó.

En este sentido, aseguró que la situación de París no es tan crítica como la de Barcelona o Venecia, pero los parisinos están preocupados por el flujo de estos vehículos, que visitan las zonas y monumentos más emblemáticos de la urbe. En la capital francesa circulan decenas de buses turísticos de dos pisos.

Por último, señaló que se está a la espera de una nueva legislación para reducir el tráfico de buses, así como que se habilitarán estacionamientos específicos para estos vehículos fuera de la ciudad, para que así no tengan que acceder al centro.

El año pasado, las visitas turísticas a París y a la región de Île-de-France batieron todos los récords tras haber alcanzado las 50 millones de personas, dos millones más que en 2017. Lo cierto es que Francia se mantuvo como el destino más visitado del mundo en 2018, con 89,4 millones de foráneos, un 2,8% más que el año anterior.

El caso de Roma

La capital italiana ya implantó una medida similar, que no prohíbe el acceso de estos vehículos al centro de la urbe, pero sí los limita. El objetivo: mitigar el turismo de masas.