La ciudad de París, destino turístico por excelencia, ha decidido instalar nuevas y elegantes fuentes de agua potable gaseosa, un servicio gratuito para lugareños y viajeros.

Los franceses consideran que Perrier, marca gala de agua mineral carbonatada, no es un lujo sino un derecho. De igual manera, el gobierno se propone reducir los residuos de plástico en la ciudad, ofreciendo a los fans del agua gasificada, la oportunidad de rellenar sus botellas en estos puntos de abastecimiento.

La experiencia comenzó a desarrollarse en 2010, en varios lugares de la capital francesa y, desde entonces, ha obtenido un gran número de comentarios positivos.