La ciudad de Oporto, en Portugal, cobra a partir del 1 de marzo dos euros por pernoctación y persona, hasta un máximo de siete noches consecutivas, en concepto de tasa turística. El importe se aplicará a todos los mayores de 13 años, según ha publicado el diario ‘Heraldo’. Por otra parte, no se cobrará a personas con un grado de discapacidad igual o superior al 65% y a aquellos que acudan para recibir tratamientos médicos. El impuesto se cargará al finalizar la estancia. 

Según la estimación del Ayuntamiento, el impuesto generará unos ingresos de seis millones de euros que ayudarán a “mitigar la huella turística”, es decir, reducir “la presión sobre la infraestructura y el equipamiento público y urbano que supone el turismo, tal y como ha explicado el gobierno local. Esta huella representó unos 3,5 millones de euros en 2016.