La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha levantado la emergencia sanitaria mundial por el virus Zika, aunque no baja la guardia. La decisión fue tomada el pasado 18 de noviembre durante la quinta reunión del Comité de Emergencias. La institución ahora quiere definir una estrategia más sólida contra la enfermedad, en concreto en los casos de microcefalia o el síndrome de Guillian-Barré. En un comunicado ha anunciado que “dado que la investigación ahora ha demostrado la conexión entre la infección por el virus del Zika y la microcefalia, el Comité de Emergencias consideró que ahora se necesita un mecanismo técnico sólido, a más largo plazo, para gestionar la respuesta mundial”. El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y otras organizaciones globales mantienen las recomendaciones a las embarazadas, pues la cifra de neonatos nacidos con microcefalia a consecuencia del virus asciende a 2.300 según medios internacionales.