El atractivo de Herdade de Comporta (Comporta, Portugal) ha pasado desapercibido, durante años, para la mayoría de los viajeros del mundo. La población local y la élite de la jet-set sí que eran conscientes del mismo, pero nunca se llegaron a plantear su desarrollo y explotación para un turismo de masas. Una cuestión que ahora ha cambiado.
Según ha informado El Mundo, el enclave, que incluye 1.380 hectáreas, se encuentra rodeado por el río Sado y el Atántico. A lo largo de nueve siglos, ha estado en manos de diferentes propietarios, como es la Orden Militar de Santiago de la Espada, la Casa nobiliaria de Aveiro y, recientemente, la familia bancaria de los Espírito Santo, la más pudiente de Portugal.
Lo cierto es que el último jefe de los Espírito Santo, Ricardo Salgado, se planteó a principios de este siglo explotar el lugar turísticamente. Con el colapso del Banco Espírito Santo (BES) en 2014, la pudiente familia se vio obligada a vender numerosas propiedades, entre las que figuraba el latifundio. Varios interesados pretendieron al enclave de gran potencial turístico.
Finalmente, el pasado noviembre se cerró la venta de los activos inmobiliarios de Herdade al consorcio conformado por Amorim Luxury, propiedad de la mujer más rica de Portugal, Paula Amorim, y Vanguard Properties, del empresario francés Claude Berda. El coste de la operación asciende a 157,5 millones de euros.
El consorcio tiene previsto destinar más de 1.500 millones de euros para crear una nueva oferta turística “de altísima calidad” y de “nivel internacional, ejemplar y única en Portugal y Europa”. Entre los planes que tiene para el enclave se encuentran dos hoteles y complejos de golf, así como un complejo residencial de villas de gran lujo.
El litoral donde se encuentra el latifundio está en pleno auge urbanístico. De hecho, en la península vecina de Troia existen diferentes proyectos programados. Por ejemplo, la española Sandra Ortega, heredera del popular empresario Amancio Ortega, tiene prevista la construcción de un resort de lujo en esta localidad que abrirá sus puertas en 2024.
Troia | Foto: Booking.com
Competidores directos de Ibiza
Pese a que grandes personalidades tienen por costumbre veranear en las tierras de Troia y Comporta, como es el caso de Jackie Onassis o de miembros de la casa real de Mónaco, el destino no terminó de consolidarse como un lugar de referencia hasta hace relativamente poco, cuando los inversores internacionales se interesaron en él.
Tal es el atractivo del lugar para los fondos inmobiliarios, que incluso el Wall Street Journal lo ha bautizado como “la nueva Ibiza”, capaz de arrebatar turistas a los destinos más populares de Baleares. A este respecto, el bróker de la inmobiliaria Engel & Völkers, Vitor Paiva, manifestó: “Mientras que el Algarve y la costa española están masificadas, aquí te encuentras con 50 kilómetros de playas vírgenes, algo que hace que parezca que estás en Ibiza, pero 40 años atrás”.
Al mismo tiempo, consideró que el incremento del flujo turístico no mancillará la esencia de este encalve. “A diferencia de otras partes del litoral donde hubo construcción entre los años 60 y 90, aquí el desarrollo inmobiliario se está produciendo con legislación aprobada que protege la costa. Por ley está prohibido construir a menos de un kilómetro del agua, por lo que el elemento más icónico -las playas vírgenes- se va a conservar”, aseveró.
