A partir de ahora, todos aquellos turistas que quieran visitar el emblemático Museo del Louvre, ubicado en la ciudad de París (Francia), tendrán que comprar sus entradas con suficiente antelación.

Según informa Travel Daily Media, los turistas no podrán entrar al museo más visitado del mundo si no han hecho los deberes y han reservado su entrada a través de la página web de la pinacoteca.

Los directivos del centro han introducido esta medida con el fin de combatir la masificación de la que adolece en los últimos años y que está afectando tanto a la calidad de la experiencia de los visitantes como a la conservación de las pinturas expuestas. Asimismo, también se pretenden evitar las habituales colas y las largas esperas.

El centro galo registró en 2018 un total de 10,2 millones de visitantes, lo que supuso un incremento del 25% con respecto a 2017. Parte de su éxito se debe a ser el hogar de la famosa Mona Lisa pintada por Leonardo Da Vinci.