Tanto los turistas como la población local de Buenos Aires podrán viajar en el tiempo a bordo de los antiguos coches La Brugeoise, que circularon durante 100 años en la Línea A del metro argentino y fueron declarados Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires en 2013 por la Legislatura porteña.
Según ha informado Rieles, Subterráneos de Buenos Aires S.E. (SBASE), que se encarga del servicio de metro de la capital argentina, ha impulsado esta iniciativa, junto al Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte y Participación Ciudadana, por La Noche de los Museos, que se celebra el póximo sábado 2 de noviembre.
Así, los más nostálgicos podrán retroceder en el tiempo y viajar a bordo de estos antiguos coches, pero eso no es todo, ya que también tendrán lugar shows musicales. Asimismo, se realizarán tres recorridos guiados entre las estaciones Perú y Primera Junta de la Línea A.
A partir de las 20.00 horas, a su vez, los usuarios podrán conocer la historia de los coches en el Taller Polvorín, gracias a la colaboración de la Asociación Amigos del Tranvía. Se trata del taller ferroviario más antiguo de la red con más de 100 años. Sus orígenes se remontan al año 1914, cuando fue construido por la Compañía Tranvías Anglo-Argentina para reparar los coches de la actual Línea A. Hoy en día, el taller conserva rieles, herramientas y maquinarias originales.
Coches La Brugeoise | Foto: rieles.com
El plazo de inscripción para participar en esta iniciativa cerró el martes 29 de octubre a las 10.00 horas. Serán seleccionadas un total de 90 personas que podrán viajar al pasado junto con un acompañante. No obstante, los usuarios podrán disfrutar de estos emblemáticos coches en paseos organizados fuera del horario de servicio, como ha tenido lugar en ediciones anteriores.
Los coches La Brugeoise recorrieron la Línea A del Subte de Buenos Aires desde su inauguración, en 2013. Estuvieron en funcionamiento hasta enero de 2013. La empresa La Brugeoise et Nicaise et Delcuve de Brujas (Bélgica) era la encargada de fabricarlos. Su carrocería estaba completamente elaborada en madera.
