Italia ha anunciado que exigirá cinco días de cuarentena a los viajeros procedentes de cualquier Estado miembro de la Unión Europea, tal y como pedía hasta ahora a las personas procedentes de países extracomunitarios. Asimismo, al finalizar el autoaislamiento el viajero tendrá que someterse a una prueba diagnóstica para asegurarse de que no está contagiado y que puede finalizar el confinamiento.

Según ha informado el diario italiano Il Corriere della Sera, esta decisión del Gobierno transalpino viene motivada por las críticas que ha suscitado la decisión del Ejecutivo de mantener las restricciones de movilidad entre las distintas regiones del país, mientras que los viajeros procedentes del extranjero podían entrar “libremente” —hasta ahora Italia solo pedía un test de antígenos o PCR para entrar desde otro país de la UE—.



 

En España se ha producido un conflicto similar con respecto a las restricciones de viaje aplicadas en Semana Santa. Incluso la Comisión Europea aseveró que "visto que el riesgo de transmisión es similar para los viajes domésticos y transfronterizos, los Estados miembros deben asegurar una coherencia entre las medidas aplicadas a los dos tipos de viajes".

Por el momento, el Ministerio de Sanidad italiano no ha dejado claro cuándo entrará en vigor esta medida. Durante las últimas semanas Italia ha sufrido un repunte en los nuevos casos de coronavirus, llegando a superar los 20.000 positivos diarios.