El Ártico está experimentando un boom del turismo y los cruceros están comenzando a interesarse en ofertar rutas por la región, lo que ha puesto en alerta a las naciones del Ártico que se plantean limitar el tamaño de los buques y prohibir el uso de carburante pesado. El Crystal Serenity navegó con total seguridad este verano a través del Paso del Noroeste en Canadá, pues debido al calentamiento global, la zona está libre de hielo durante la temporada estival.Con un precio de 17.920 euros, los 1.700 pasajeros y la tripulación siguieron (al revés) la ruta navegada hace más de un siglo por el explorador noruego Roald Amundsen desde Anchorage en Alaska, lugar del que partieron el 15 de agosto, a Nueva York, donde llegaron el 16 de septiembre. Después del éxito, la compañía se plantea repetir el viaje en 2017, aunque dos ejecutivos de transporte ya han expresado su preocupación al respecto por la seguridad, los riesgos para el medioambiente y el impacto en las pequeñas comunidades de la zona