El gobierno de Grecia prevé implantar un impuesto turístico que gravará el simple hecho de alojarse en un hotel. A la amplia lista de ciudades, regiones y países que aplican esta tasa adicional se sumará el país helénico a partir de enero de 2018.

Los griegos cobrarán la contribución solo a los hoteles, en dependencia de la categoría. Los establecimientos de hasta dos estrellas pagarán 50 céntimos por persona y noche; los de tres pedirán 1,5 euros por viajero, los de cuatro, 3 euros y los de cinco estrellas cargarán 4 euros por persona y noche. Los apartamentos turísticos se quedarán al margen de la nueva medida.

Como ocurre en muchos lugares, el tributo se pagará directamente al hotelero, una vez que el visitante llegue al establecimiento.