El Gobierno francés podría imponer multas de hasta 50.000 euros a plataformas de alquiler turístico como Airbnb y HomeAway y planea aumentar las sanciones a los propietarios privados.

Según informa el diario Sur, se ha presentado un proyecto de ley para “la evolución del alojamiento y el desarrollo digital”, con el objetivo de “limitar el efecto inflacionista de los precios del alquiler” en las ciudades turísticas, así como evitar que se reduzcan los alquileres disponibles por ese uso.

En cuanto a los propietarios privados, la misma normativa recoge incrementos en las multas a aquellos que no comuniquen a las autoridades locales el número de noches alquiladas, hasta los 10.000 euros (anteriormente se establecían 5.000).

El Ayuntamiento de París ya amenazó a las plataformas de alquiler vacacional con iniciar procesos judiciales si no retiran sus más de 40.000 anuncios considerados ilegales.