El archipiélago de Madeira (Portugal) está experimentando un auténtico boom turístico, sin embargo, algunas de sus infraestructuras, como es el caso del Aeropuerto de Funchal, no estaban pensadas teniendo en cuenta este importante crecimiento

Según informa Aero.de, la industria turística madeirense está especialmente preocupada por la gran cantidad de problemas que supone aterrizar en dicho aeródromo, que está construido en el mar.

Los vientos de más de 15 nudos, muy habituales, provocan altas turbulencias que hacen imposible tomar tierra, provocando que una gran cantidad de vuelos tengan que ser desviados. Todo se complica aun más si se tiene en cuenta que su pista es una de las más difíciles del mundo, separada del agua solo por un terraplén.

Desde el citado medio destacan que debido a estas dificultades en la década de los 70 tuvieron lugar hasta tres accidentes fatales.  Es por ello que, además de haber mejorado las instalaciones, sólo se permite a los pilotos más experimentados aterrizar en el Aeroporto Internacional da Madeira Cristiano Ronaldo. No obstante, eso no evita que se sigan produciendo numerosos desvíos a la isla vecina de Porto Santo o a Tenerife, en España, y Marrakech, Marruecos.  De hecho, en el pasado 2018 esto ocurrió hasta en 900 ocasiones.

Numerosos actores de la industria turística local temen que estos imprevistos provoquen que los touroperadores dejen de apostar por este destino y han pedido un plan de emergencia. Así lo subraya Pedro Costa Ferreira, presidente de la Asociación Portuguesa de Agencias de Viaje y Turismo (APAVT): "La capacidad operativa limitada del aeropuerto destruye la confianza de los jugadores de la industria y hace que inexorablemente lleguen cada vez menos aviones".

Desde el gobierno luso han defendido que han trabajado en ello y que en este 2019 solo el 1,7% de los vuelos fueron desviados, lo que supone la mitad que el año anterior.