La lira turca está cayendo a mínimos históricos. En lo que va de 2018, la moneda otomana ha perdido un 30% de su valor respecto a los dos principales referentes internacionales: el dólar estadounidense y el euro.

Según explica Reuters, la crisis diplomática con Estados Unidos está agravando la situación de la economía turca hasta el punto de que se están pagando 6,40 liras por euro y 5,54 por dólar.

Aunque ya de por sí la economía turca tiene sus propios problemas al ser muy dependiente del consumo interno y de unas inversiones extranjeras que han flojeado debido a la inestabilidad política del país en los últimos años.

En este descenso del valor de la moneda, los grandes beneficiados son los turistas, que saldrán beneficiados en el cambio. La debilidad de la lira será un estímulo, añadido a los bajos precios y la gran calidad de los hoteles turcos, para seguir recuperando visitantes que Turquía había perdido en los últimos años. 

Asimismo, será un nuevo quebradero de cabeza para los destinos españoles a los que los touroperadores critican por sus altos precios hoteleros.