En la Patagonia argentina, a 1.900 metros sobre el nivel del mar y a 50 km de la ciudad de Esquel, se puede disfrutar durante unas pocas semanas al año de un túnel de hielo que llega a tener 100 metros de longitud, y que desaparece con la llegada del calor. 

El secretario de Turismo de Esquel, Mariano Riquelme, explicó al diario ‘El País’: "En invierno, cuando caen las nevadas se acumula mucha nieve, se compacta y se queda dura. En verano, por la ubicación de la montaña, al estar al reparo del sol, la nieve se derrite a la inversa, de dentro hacia afuera. El agua empieza a comer este gran bloque de nieve y se forma un túnel que llega a tener más de 100 metros de longitud". 

Aunque se puede visitar en todo momento, su estado varía. “Podés llegar y que haya solo una cueva de nieve, es decir, sin salida en uno de los extremos. En una semana más el túnel ya estará formado por completo”. 

La galería es un gran reclamo turístico. De hecho, tal y como asegura Riquelme “la excursión hasta el lugar es un atractivo en sí mismo”. Durante el trayecto pueden apreciarse vistas del Parque Nacional Los Alerces, uno de los más famosos de la nación y que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por su bosque milenario.