La negativa del Congreso de EE.UU. (legislativo) a aceptar los presupuestos que financien la administración federal ha llevado al país a una situación de ‘shutdown’ (cierre) que supone que los servicios menos esenciales de la nación queden paralizados. Entre ellos se encuentran algunos que afectan muy específicamente a los turistas: los parques, los museos, los zoológicos y los monumentos.

Según recoge el diario Travel Mole, esta paralización, activa desde hace un mes puede golpear duramente a la industria turística de la nación norteamericana. Y es que si siguen cerrando parques y atracciones, el sector podría llegar a pérdidas diarias de 100 millones de dólares, según la US Travel Association.

Una de las ciudades más afectadas es la propia capital Washington DC, tal y como ha confesado Elliott Ferguson, presidente y CEO del órgano de promoción turística de la ciudad ‘Destination DC’. Actualmente permanecen clausurados el zoológico, el centro de visitantes de la Casa Blanca, los museos de la fundación Smithsonian, la National Art Gallery of Art y los National Archives.

Asimismo, también está afectando a la actividad de algunos de los principales aeropuertos incluyendo Washington Dulles, Hartsfield-Jackson (Atlanta) y Miami, debido a la escasez de personal de la Transportation Security Agency. El impacto es tal que desde Delta Air Lines han asegurado que el ‘cierre’ les costará 25 millones de dólares este mes.

No es la primera vez que se produce una situación de estas características. En enero de 2018, ya bajo la presidencia de Donald Trump, algunas de las principales atracciones turísticas de Estados Unidos cerraron sus puertas al público, como fue el caso del Parque Nacional de los Everglades de Florida o la Isla de Ellis y la Isla de la Libertad (Nueva York).