La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), organismo argentino que tiene a su cargo la ejecución de la política tributaria, aduanera y de recaudación de los recursos de la seguridad social, evitó que un grupo de turistas chilenos huyera del país con 230 piezas de bienes culturales, valoradas en más de 1.000 dólares, para el contrabando.

Según ha informado Los Andes, el vehículo fue interceptado en el Paso Internacional Río Futaleufú, paso fronterizo entre la República Argentina y la República de Chile, con dirección a este último país. La Gendarmería Nacional dio la voz de alarma al Juzgado Federal de Esquel, debido a las características de los objetos que portaban.

A los agentes les llamó la atención la cantidad de equipaje con la que viajaban los pasajeros, por lo que decidieron revisar el vehículo haciendo uso del escáner. Entonces encontraron una serie de piedras y restos de árboles fosilizados, envueltos en ropa y metidos en zapatos, en uno de los bolsos, también debajo de los asientos.

Para determinar el valor de estos bienes se requirió la ayuda de los agentes especializados en bienes culturales: 1.400 dólares. Este material fue requisado y los turistas fueron acusados por infracción de la ley de Protección del patrimonio arqueológico y paleontológico.