Las gerencias de urbanismo de los ayuntamientos tardan cerca de un año en otorgar las licencias de obra solicitadas, así lo refrenda una encuesta del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) publicada en febrero de 2019 y en la que participaron centenares de profesionales.

Un año de espera sin hacer nada, con el proyecto hecho, el terreno comprado, pagando impuestos sobre la propiedad o alquiler: ahuyenta a los promotores y ralentiza el desarrollo económico.

Un año en el que los instaladores no trabajan, los futuros empleados no son contratados, los productos no van a ser vendidos: la economía fluctúa y hace dudar sobre las intenciones iniciales.

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Un año, en el mejor de los casos, en el que un promotor no se puede permitir perder y aprieta proponiendo ilegalidades, “¿Podemos empezar a hacer esto sin licencia?”: Al final se propicia un clima de trabajo alegal alternativo donde el arquitecto está vendido y pone en juego su licencia profesional si accede al mismo - no me quiero imaginar si ocurre alguna desgracia.

¡Yo digo no! Propongo crear agencias externas, como se hizo con las ITV, con concesiones para certificar proyectos. Aunque cueste un poco más, estoy seguro de que el promotor estaría dispuesto a pagarlo con gusto.

Esto es un problema que afecta a más sectores de los que a priori parece porque cualquier negocio que precisa localización física lo sufre. Agilidad y eficiencia son sinónimos de desarrollo económico natural y fluido. El mundo cada vez se mueve más rápido y los negocios han de adaptarse a la misma velocidad, si no pierden frescura y las inversiones se derivan a destinos menos burocráticos y por consiguiente más atractivos.

Ejemplos sabemos de muchos, desde los grandes grupos hoteleros hasta la pequeña empresa. Me llama la atención que este asunto no haya sido expuesto con anterioridad y se acepte así como así, con resignación. Es bastante importante para dejarlo pasar por alto.

¡Debemos hacer más ruido!! No solo los arquitectos, aparejadores, constructores, etc. sino el círculo de empresarios, hoteleros o promotores inmobiliarios. Creo que a todos nos beneficiaría presionar para cambiar esta situación. Es importante.