El zoológico Loro Parque (Puerto de la Cruz, Tenerife) anunció el pasado miércoles, 10 de abril, su victoria frente a Free Morgan Foundation. La organización había denunciado que el permiso CITES de la orca Morgan, que habita en el parque temático, se usaba de forma incorrecta.

Cabe destacar que la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) es un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos, cuyo objetivo es garantizar que el comercio internacional de animales o plantas silvestres no constituye una amenaza para la supervivencia de los mismos.  

Por otro lado, la fundación Free Morgan está compuesta por un grupo de expertos, que suman más de 100 años de experiencia trabajando con orcas, que se unieron al considerar que Morgan es un “candidato adecuado para ser puesto en libertad”.

La organización recrimina que la orca Morgan fue vista, en 2010, nadando sola en aguas de los Países Bajos, cuando fue capturada por el parque temático Dolfinarium Harderwijk, bajo un permiso de “rescate, rehabilitación y liberación” expedido por el gobierno holandés. Pero el animal nunca fue liberado, por lo que diferentes ONG holandesas se unieron para llevar a los tribunales tanto al Ejecutivo holandés como al parque temático. La resolución, sin embargo, fue trasladar a Morgan a Loro Parque.

No obstante, según ha informado el zoológico tinerfeño por medio de su cuenta oficial de Facebook, el Parlamento Europeo ha desestimado “de manera definitiva” la petición lanzada por la organización de cambiar los formularios CITES, que se utilizan en toda la Unión Europea.

El parque temático insiste en que la Comisión Europea ya había respondido a dicha solicitud en junio del pasado año, alegando que “no tenía fundamento y que no existían razones para cambiarlos, ya que se ajustaban a las regulaciones”.

Entonces, la petición quedó abierta, pero ahora el organismo europeo ha vuelto a pronunciarse manifestando que los “peticionarios no han proporcionado ninguna evidencia de problemas estructurales significativos en la aplicación de las normas en vigor”.

La postura de los animalistas

Lo cierto, es que Loro Parque ha estado bajo el punto de mira de diferentes asociaciones animalistas. En octubre del año pasado, por ejemplo, PETA lanzó una recolecta de firmas para que el grupo turístico TUI siguiera el ejemplo de Thomas Cook y dejara de ofertar entradas para el parque temático.

Asimismo, facilitó un informe a TUI sobre el sufrimiento que padecen las orcas en este tipo de zoológicos, donde “viven en pequeñas cuencas de hormigón”, negándoles “todo lo que constituye su vida en libertad”. En esta línea, denunció que estos animales están condenados a nadar en círculos, cuando en el océano recorren distancias de hasta 220 kilómetros al día.

El pasado agosto, a su vez, tres miembros de la organización internacional animalista Vegan Strike Group irrumpieron en la piscina de los delfines del recinto, donde se celebran los espectáculos, con carteles que exigían el “cierre del Loro Parque”. Pese al fin animalista de la iniciativa, la página de Facebook dolphinaria.truth, que asegura “informar al público sobre la realidad de los delfinarios”, criticó la acción, debido a que alteró el bienestar de los animales.