La industria de la aviación tiene que hacer frente a uno de sus mayores desafíos: buscar soluciones para reducir el impacto que genera sobre el medioambiente y que le ha convertido en uno de los principales blancos de movimientos por la lucha contra el cambio climático.

El Flygskam (vergüenza a volar), el aumento de gravámenes sobre los vuelos o las limitaciones que plantean algunos gobiernos hacen que fabricantes y aerolíneas estén trabajando en la búsqueda de sustitutos a los combustibles fósiles. Este es el caso de easyJet y Airbus que crearon una alianza para impulsar aviones híbridos, es más, el fabricante europeo también está realizando sus propias pruebas con aeronaves totalmente eléctricas.

Por su parte, TUI está aproximándose al problema desde otra perspectiva. El gigante turístico, que opera a través de cinco aerolíneas, ya cuenta en su flota con el primer avión Boeing 737 MAX construido para funcionar con biocombustible. Pero ahora quiere apostar por otra alternativa: el hidrógeno.

Fritz Joussen

Fritz Joussen, CEO de TUI

Durante la Asamblea General celebrada el pasado 12 de febrero, Fritz Joussen, CEO del gigante turístico con sede en Hannover (Alemania), incidió en que “el problema del carbón requiere una solución global” y que para ello hay que innovar. “El hidrógeno puede jugar un papel crucial como un sustituto a largo plazo de los combustibles fósiles”, afirmó.

“El hidrógeno requerido para dicho propósito tiene que ser producido ecológicamente y a un coste competitivo, eso significa a menos de 2 céntimos de euros por kilowatio/hora. Técnicamente, esto debe ser posible mediante la producción de energía solar en el desierto”, explicó Joussen ante los asistentes.

Esta apuesta sería muy importante y es que TUI cuenta con cinco aerolíneas: TUI Airways, TUI fly, TUI fly Belgium, TUI fly Netherlands y TUI fly Nordic. Su flota total está compuesta por aproximadamente 150 aviones.

Trabajadores de aerolíneas de TUI

Trabajadores de TUI