En el parque acuático Loro Parque (Puerto de la Cruz, Tenerife) está llorando la pérdida de Ula, la cría de Morgan, una orca muy popular entre los visitantes que fue rescatada en las costas de Holanda en 2010 padeciendo sordera y desnutrición. Desde entonces se integró en el grupo de cetáceos de las instalaciones tinerfeñas.
La muerte del pequeño mamífero, nacido en septiembre de 2018, ha supuesto un “inmenso dolor y tristeza” a todo el equipo de la empresa, especialmente para los que estaban encargados de su cuidado. “Nos es imposible explicar lo que la pérdida de la pequeña Ula significa para la familia de Loro Parque, y en especial para el equipo de Orca Ocean, que se desvivía por ella a diario”, se lamentaban en un comunicado compartido por las redes sociales y que ha recibido miles de mensajes con ánimos de turistas que han visitado Loro Parque en alguna ocasión.
Desde la empresa explican que hace unos meses, la cría había enfermado llegando a “una situación muy crítica”, pero que gracias al esfuerzo y dedicación del equipo de profesionales encargado de su cuidado, se consiguió que se estabilizara y mejorara. “Hace unos días la notamos de nuevo decaída y sin ánimo. Respondimos de forma inmediata, poniendo en marcha todos los procedimientos médicos para analizar su estado de salud y realizando pruebas para conocer la razón”, relatan.
Desde la compañía han aseverado que se realizará una necropsia por parte de expertos en patología en cetáceos con tal de conocer las causas del fallecimiento.
Asimismo, han mandado un mensaje de agradecimiento por las muestras de apoyo recibidas. “Estamos completamente agradecidos por las muestras de apoyo y de cariño y por las palabras de esperanza y aliento que todos nos han hecho llegar. Es verdaderamente increíble saber que contamos con una comunidad en la que prevalece el amor por los animales”.
También han reafirmado que mantendrán su labor de conservación y sus proyectos para la protección de las especies y la biodiversidad.