La cadena Meliá Hotels International ha publicado su balance de los 9 primeros meses de este año y refleja a la perfección el impacto que ha tenido la crisis del Covid en el sector hotelero. Las pérdidas del grupo se sitúan en casi 470 millones de euros durante el periodo de enero a septiembre.

En concreto, los ingresos del grupo se han visto reducidos en 958 millones de euros (de 1.388 a 430 millones) con respecto al año pasado. Si en este período el pasado año registró unos beneficios de 101 millones ahora, en 2020, lamenta unas pérdidas de 469,6 millones de euros.

El consumo de caja (ahorros), solo en el tercer trimestre, ha sido de 102 millones. “Nunca habríamos imaginado un 2020 tan negativo en lo financiero”, ha publicado el CEO en su cuenta de LinkedIn.

“Los primeros nueve meses de 2020 confirman el terrible impacto de la pandemia sobre la industria turística”, ha lamentado Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá, cuyas perspectivas de recuperación tampoco son halagüeñas porque las retrasa hasta Semana Santa de 2021, excepto en Asia donde la cadena ya tiene abiertos el 80% de sus hoteles con ocupaciones a niveles de 2019 en China y una “evolución muy positiva” en Vietnam.

Sin embargo, Escarrer extrae como puntos positivos la “extraordinaria gestión” del grupo, el éxito de la digitalización de la cadena y la sostenibilidad de sus hoteles, siendo Meliá una de las dos únicas compañías españolas en el “Top 10" de las “Compañías gestionadas de manera sostenible" a nivel mundial.