“Podemos ser optimistas y estar contentos porque ha sido una buena Semana Santa”, asegura Eduardo Zamorano, director general de Destination Touristic Services (DTS), en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Destination Touristic Services es una compañía de agencias receptivas que ofrece servicios a los turistas en destino y cuenta con oficinas en Canarias, Baleares, Andalucía y Cataluña.

La Semana Santa ha dejado en Baleares unas cifras muy parecidas a las de 2019 y el sector turístico ya trabaja en que el nivel se mantenga durante la temporada de verano o que incluso sea “un poco mejor”. Para Zamorano, esta es una posibilidad real, aunque también explica que ahora es más difícil predecir la demanda para los próximos meses debido al auge de las reservas de última hora. Además, el director asegura que el aumento de los costes les está afectando y que están “haciendo el esfuerzo” de no repercutir esa subida en el precio para los clientes.
 

Cala Figuera en Mallorca, Islas Baleares

Cala Figuera en Mallorca, Islas Baleares

Pregunta (P): ¿Cómo se ha desarrollado la Semana Santa en Baleares desde el punto de vista de los touroperadores?

Respuesta (R): En general, podemos ser optimistas y estar contentos porque ha sido una buena Semana Santa. Se ha llegado a niveles similares a los del famoso 2019, que se va a convertir en el año de referencia para todo el mundo, e incluso, según los mercados, las cifras han sido un pelín superiores.

P: ¿Puede ser Semana Santa una especie de adelanto de la temporada de verano?

R: Desde mi opinión personal y teniendo en cuenta las reservas futuras de las que ya disponemos y si no pasa nada especial, sí. En general, se está viendo una tendencia hacia las reservas de último momento, lo más cercanas posibles a la fecha del viaje. Es lógico porque, después de todo lo que hemos vivido, el cliente apura antes de decidir, a pesar de que los touroperadores están ofreciendo ciertas garantías de devolución. También han cambiado las referencias. Ahora es más difícil saber cómo se va a comportar la demanda en la temporada de verano, a diferencia de hace tres o cuatro años, cuando por estas fechas ya teníamos los números a futuro más o menos claros. Aun así, viendo esta tendencia, creo que el verano sí puede estar en la línea de lo que se ha vivido en Semana Santa, con números de 2019, incluso un poco mejores.
 

Música en vivo en Ibiza, Islas Baleares

Música en vivo en Ibiza, Islas Baleares

P: Los requisitos para viajar a España desde el extranjero ya son mínimos. ¿Se ha traducido esto en un aumento del flujo de turistas internacionales?

R: Las reservas para este año van aumentando cada día, ya sea de cara a un futuro inmediato o a más largo plazo. Cada semana se recupera algo más y se va reduciendo el gap entre lo que teníamos reservado en 2019 por estas fechas y lo que tenemos ahora. Entonces, respondiendo a tu pregunta, sí, aunque no sé si es por la eliminación de las restricciones, por el cansancio de quedarse en casa, por la necesidad de viajar o por otro motivo. Yo creo que es una mezcla de todo ello.

P: ¿Hay alguna zona de Baleares que haya destacado en las reservas?

R: Va por mercados, pero yo me centraría en Mallorca. Se ha demandado mucho toda la isla, en sus proporciones. La zona sur, lo que es la bahía de Palma, siempre tiene más volumen en estas fechas porque hay más hoteles abiertos que vienen con la inercia de estar abiertos todo el año o desde febrero o marzo. Entonces, puede que haya un poquito más de negocio en esa zona. Pero creo que la proporción de ocupaciones habrá sido bastante similar en todas las zonas donde ha habido hoteles abiertos.

Eduardo Zamorano destacado

Eduardo Zamorano destacado

 

"Estamos haciendo un esfuerzo en no repercutir el aumento de los costes en el precio para los clientes"


P: Al igual que en otras zonas de España, durante Semana Santa se ha hablado de escasez de coches de alquiler en Baleares. ¿Ha supuesto un problema para los turistas?

R: Es un problema, pero no le podemos echar la culpa a las empresas de alquiler de coches de ninguna manera. Mi lectura es que 2019 fue un buen año, incluso a alguna empresa le faltó vehículos, por lo que en 2020 posiblemente encargaron más y, de repente, llegó la pandemia y se quedaron con todos esos coches aparcados en el garaje sin usar. Se tuvieron que deshacer de parte de la flota y, en 2021, debido a la poca actividad, encargarían pocos vehículos. Entonces, ahora siguen con ese freno, aparte de que parece ser que hay menos vehículos disponibles en el mercado por todos los problemas que ha habido de chips y de distribución. En resumen, no tenemos oferta suficiente. Pero insisto en que la culpa no es de ellos, sino de la situación. Las empresas de alquiler quizás son las más afectadas desde el punto de vista del negocio.

P: ¿Esta situación ha repercutido positivamente en la reserva de autobuses, por ejemplo, por parte de los clientes?

R: Quizás un poquito, pero no creo que sea algo muy significativo. Hay dos tipos de clientes: el de touroperador y el cliente online. El cliente de touroperador compra todo el paquete junto y ahí no notas la diferencia, pero el cliente online es más individualista, te compra a ti el hotel y el traslado a otro. Estos son los casos en los que a lo mejor se ha podido notar la diferencia, en clientes online que no han comprado rent a car, sino que han contratado un shuttle con una empresa que solo vende traslados.  

 

 

P: ¿Se podría estar dando una tendencia hacia el transporte discrecional?

R: Sí, es una conclusión lógica, en cuanto al transporte aeropuerto-hotel y hotel-aeropuerto. Respecto al movimiento in situ en el destino, evidentemente habrán tenido que utilizar más el taxi o el autobús. Y, en cuanto a las excursiones, se está vendiendo mucho menos, es una tendencia desde que empezó el Covid por el miedo. Es un negocio que está en caída libre prácticamente.

P: ¿Cree que la inflación y el aumento de los costes afectará la demanda y cambiará los planes de los turistas, que optarán por buscar destinos más económicos?

R: Evidentemente, tiene que afectar y puede hacerlo de dos formas: que los precios de venta sean más caros y menos atractivos para el cliente o que nuestros resultados sean muy inferiores porque decidamos no subir los precios, es decir, compensar la subida de los costes con nuestros márgenes de beneficios. Dicho esto, mi opinión personal es que tanto nosotros como los proveedores estamos haciendo el esfuerzo de no repercutir esos costes en los clientes. Hay subida de precios y hay que entenderlo, sobre todo en los hoteles, donde hay mucho desconcierto. Pero todo el mundo está haciendo el esfuerzo de evitar una gran subida porque sabemos que eso nos perjudica. ¿Qué eso desvíe al cliente a otros destinos? Cada destino es un mundo. Hay gente que valorará pagar un poquito más por estar aquí y correr menos riesgos y habrá gente que se rija por el precio y elija lo más barato.