El año 2018 ha sido uno de los más seguros, de los últimos tiempos, para la aviación comercial, según datos de la Red de Seguridad Aérea. Todo ello, pese haberse registrado accidentes de gran magnitud, como el del Boeing MAX 8 de la compañía Lion Air, que se precipitó al mar en Indonesia, el pasado octubre, con 189 personas a bordo.
En total, tuvieron lugar 15 accidente mortales de vuelos comerciales (12 en vuelos de pasajeros y 3 de carga), donde perdieron la vida 556 personas. Estos datos convierten a 2018 en el tercer año más seguro de la historia de la aviación por el número de accidentes mortales, así como en el noveno más seguro teniendo en cuenta el número de víctimas mortales.
En este sentido, la tasa de siniestros de 2018 es de un accidente mortal por cada 2.540.000 vuelos. Por su parte, 2017 fue el año más seguro de la historia de la aviación, con tan solo 10 accidentes y 44 fallecimientos.
Al respecto, el CEO de la Red de Seguridad Aérea, Harro Ranter, manifestó que el nivel de seguridad ha aumentado significativamente: “Si la tasa de accidentes hubiera seguido siendo la misma que hace 10 años, el año pasado se hubieran producido 39 accidentes mortales. Con la tasa de accidentes del año 2000, se habrían producido hasta 64 accidentes mortales”.
Haciendo balance de los últimos cinco años, los accidentes por pérdida de control son los más preocupantes en materia de seguridad, ya que este tipo de infortunios propició al menos 10 de los 25 peores siniestros. En la mayoría de ellos no hubo supervivientes.
La Red de Seguridad Aérea es una organización independiente, fundada en 1996 y con sede en los Países Bajos, que pertenece a la Fundación de Seguridad de Vuelo (FSF por sus siglas en inglés). Su objetivo es proporcionar a todos los interesados en la aviación información actualizada, completa y fiable sobre accidentes aéreos y cuestiones de seguridad.
