Millones invertidos en terrazas de revista, contratos con los principales diseñadores para dar lugar a los interiores más preciosistas y salas de convenciones calculadas al detalle para que la silla de plástico de toda la vida se convierta en la predilecta de las pasarelas de alta costura.

Este debe ser el lamento que puede cruzar por la mente de muchos gestores hoteleros que invierten parte de su presupuesto en jardines y exteriores cuyo aspecto cobra gran importancia para los clientes. Pese a que la horquilla es muy amplia y depende del tamaño del establecimiento, del espacio a amueblar y de la calidad de los materiales seleccionados, los hoteles llegan a invertir entre 30.000 y 1.000.000 de euros en sus espacios exteriores, según datos facilitados a Tourinews por la compañía especializada en diseño de terrazas y jardines Greendesign.

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Es necesario añadir que no se trata de una única inversión, sino que debe repetirse cada 2-3 (en casa de menor calidad) o 10 años (en los de mayor) cuando los diferentes componentes se deterioran o simplemente cuando el mobiliario pasa de moda.

Todo un dineral aplicado a sustituir a unas sillas de plástico de diseño obsoleto y mal vistas que ahora, sin embargo, se convierten en tendencia en las pasarelas de Milán.

Muestra de venta de sillas de plástico

Estas sillas se pueden encontrar en las tiendas de menaje desde precios modestos

Arrasan las sillas “monobloc”

Y es que, tal y como ha señalado el periodista venezolano especializado en moda Ignacio Alen en su artículo ‘Las populares sillas “monobloc” reciben el sello de aprobación de Miuccia Prada’, estos asientos considerados feos fueron protagonistas en la presentación de la temporada primavera-verano 2018  de la marca MiuMiu el pasado mes de septiembre.

La diseñadora Miuccia Prada decidió sentar a la elite asistente en estos denostados sitiales de la cultura popular. Desde el editor británico de Vogue hasta las actrices estadounidenses Dakota y Elle Fanning se tuvieron que acomodar en estos muebles más propios de un jardín de un apartamento playero.

La fijación de Prada por estos asientos no se quedó tan sólo en este paso, sino que tal y como revela Alen, utilizó el diseño de las sillas ‘monobloc’ a través de sus diferentes redes sociales para promocionar el propio evento.

Esta obsesión de la de diseñadora italiana por estos modestos acomodamientos puede suponer tanto un aumento de ventas para sus fabricantes como su popularización en los resorts de 5 estrellas más exclusivos. Quién sabe, quizás los directores de hotel tendrán que ir pensando en un nuevo aspecto para sus terrazas.