En los años noventa del pasado siglo, tuvo lugar la transformación de Barcelona, cuyo ejemplo fue seguido por Sevilla, Bilbao, Valencia, y, en menor medida, por otras ciudades de tamaño medio. Todas ellas tenían en común la realización de importantes obras de renovación y, en los casos de Bilbao y Valencia, la construcción de edificios icónicos. En estos primeros años del siglo XXI, otros lugares han tomado el relevo; especialmente Málaga, Ibiza, Mallorca y Tenerife. Aquí el turismo dominante, con la peculiaridad de Málaga, es el vilipendiado de sol y playa. El éxito de estos territorios demuestra, en mi opinión, que no hace falta cambiar el modelo turístico, sino perfeccionarlo para lograr una clientela de mayor poder adquisitivo pero con las motivaciones tradicionales.

Puerto de la Cruz, en el nortede Tenerife, tiene actividad turística desde finales del siglo XIX por eltráfico comercial con el Reino Unido. En los años cincuenta se desarrolla un turismo moderno dependiendo siempre de los británicos. En esos años, los suecos descubren las bondades del clima de Arona y establecen centros de recuperación, que siguen funcionando hoy día.

Con la inauguración del Aeropuerto Reina Sofía en 1978, los inversores empiezan a mirar al Sur donde esperan obtener una mayor rentabilidad por la ausencia de estacionalidad.

Como la mitad de la Isla tiene algún tipo de protección, losespacios a lo largo de la Costa son objeto de especulación y de construcción de apartamentos turísticos. Se crea un turismo masivo de precios baratosen busca del magnífico clima.

Tras la apertura del Jardín Tropical en 1988 y, especialmente, del Bahía del Duque en 1993, se inicia una época de construcción de hoteles de cuatro y cinco estrellas, con más de cuatrocientas habitaciones, en lo que constituye hoy día la mayor concentración de alojamientos de este tipo en toda España.

En el conjunto de la Isla, principalmente en el Sur, el incremento de plazas hoteleras de mayor rendimiento económico pasa de 74.000 en el año 2000 a 161.000 en la actualidad; mientras que las plazas extrahoteleras decaen de 101.000 en el 2003 a 71.000 en la actualidad.

Entre los municipios de Arona ?lugar de referencia europea para los turistas con movilidad reducida- y Adeje -quince hoteles de cinco estrellas-donde viven menos del veinte por ciento de los residentes, reciben el 80% de los turistas. La población local se concentra donde siempre, la mitad en la conurbación que forman Santa Cruz y San Cristóbal de la Laguna, el Valle de la Orotaba y otros lugares del Norte, alejada física y mentalmente del fenómeno turístico. Son las tierras de los ?guachinches?, casas de comidas donde ofrecen el vino de su propia cosecha por donde solo aparecen los forasteros que conocen bien la Isla.

A pesar de ser la Isla más habitada de España, algo más que Mallorca- su tamaño es prácticamente la mitad-, no se aprecian tensiones sobre el territorio como consecuencia del fenómeno turístico, que representa más del 60% del PIB insular.

Un desarrollo más reciente que el de otras zonas turísticas ha permitido evitar algunos errores cometidos en otros lugares. El Cabildo Insular se ha tomado el turismo muy en serio desde 1992 con la creación de la empresa mixta público-privada Turismo de Tenerife, que lleva a cabo labores de promoción internacional, tanto de imagen como económica en general, y actuaciones sobre la oferta como la apertura de rutas de senderismo o de ciclismo.

Tenerife aguantó relativamente bien la crisis a pesar de que afectó duramente a sus dos principales clientelas, la británica y la nacional, recuperando pronto los cinco millones de turistas, que superó en los dos pasados años. El fuerte crecimiento en este año, como consecuencia del impulso del turismo del Reino Unido y del nacional, permitirá sobrepasar la cifra de los seis millones de turistas y paliar así el derrumbamiento del turismo ruso sobre el que se habían puesto muchas esperanzas.

Con más de dos millones debritánicos, esa nacionalidad representa el 40% del turismo extranjero, que tiene además un alto nivel de repetición.

La depreciación de la libra, como consecuencia del ?brexit? es una seria amenaza que nadie había previsto. No caeráel número de viajeros pero gastarán menos puesto que su presupuesto se hizo en libras. Peromientras duren los problemas en Egipto, Túnez y Turquía, las Islas Canarias seguiran siendo un destino refugio.

El control sobre las nuevas construcciones, la apuesta por un turismo de alto consumo, los precios contenidos y el imbatible clima permiten seguir apostando por Tenerife como destino ideal para los europeos, especialmente durante los meses obscuros.