El 20 de julio de 1969 el módulo lunar del Apolo 11 llegó a la superficie de la luna. Se alcanzaba con ello un objetivo anhelado por la humanidad, viajar a otro cuerpo celeste. Al día siguiente, a las 3:56 horas (España) un ser humano pisó por primera vez el satélite. Neil Armstrong conseguía poner sus pies en el regolito y pronunciar la histórica frase “Un pequeño paso para el hombre… Un gran salto para la humanidad” cuatro días después de haber dejado la Tierra y mucho tiempo después de que hubiesen arrancado los preparativos que hicieron posible esta hazaña de la humanidad. Con este hito, Neil Amstrong y su compañero Edwin Eugene Aldrin se convirtieron en los primeros humanos en pasear por la luna.

Desde el planeta azul, millones de pantallas estaban pendientes de este hito histórico, pero en ciertos emplazamientos la implicación era aún mayor. Pero no todo se concentraba en Cabo Cañaveral, Houston o Pasadena, ya que la NASA desplegó una red de alcance global con el fin de mantener el contacto con la misión Apolo XI.

Los nexos de unión de la Tierra con la misión


La Deep Space Network (Red Espacio Profundo) era la encargada del seguimiento de las misiones al espacio y estaba compuesta por tres estaciones ubicadas a distancias y longitudes exactas: la de Goldstone (California, Estados Unidos), la de Robledo de Chavela y Fresnedillas de la Oliva (Madrid, España) y la de Honeysuckle Creek (Canberra, Australia).

La huella turística del Apolo XI

Deep Space Network Foto: JPL

La estación madrileña fue escogida por la NASA por tener una ubicación perfecta para tener cobertura de comunicaciones con la Luna las 24 horas del día. Es más, durante el despegue y el aterrizaje fue la única que tuvo visibilidad del módulo lunar. El propio comandante de la misión, Neil Armstrong, tuvo palabras de agradecimiento: “Sin las vitales comunicaciones mantenidas entre el Apolo 11 y la Estación Apolo en Madrid, podemos afirmar que nuestro aterrizaje en la Luna no hubiera sido posible”.

Carlos González, derecha, en la estación de Fresnedillas en 1969. MINISTERIO DE DEFENSA

Estación de Fresnedillas en 1969. Foto: Ministerio de Defensa

Desde 2010, se abrió el Museo Lunar, Centro de Interpretación Espacial de Fresnedillas de la Oliva con el fin de atraer a un visitante interesado por la estrecha relación de esta población con la carrera espacial.

Para la misión también fue clave la Red de Vuelos Espaciales Tripulados (MSFN en sus siglas en inglés) estaba compuesta por 11 estaciones de tierra y 5 barcos con antenas parabólicas para el seguimiento y las comunicaciones con el módulo de mando.

El listado de las estaciones MSFN que participó en la misión del Apolo XI es el siguiente según la memoria de la misión:

  • Antigua (ANG)
  • Isla Coopers, Bermudas (BDA)
  • Carnarvon, Australia (CRO)
  • Maspalomas, Gran Canaria (CYI)
  • Gran Bahama, Bahamas (GBM)
  • Guam (GWM)
  • Guaymas, México (GYM)
  • Hawái, Estados Unidos (HAW)
  • Merrit Island, Florida (MIL)
  • Tananarive, Madagascar (TAN)
  • Corpus Christi, Texas (TEX)

En él, se puede comprobar la presencia de algunos de los destinos estrella del Caribe, como es el caso de Antigua, Bermudas y Gran Bahama, que son paradas obligatorias para las compañías de cruceros. Por otra parte, destaca la presencia de Guaymas (conocida como “La Perla del Mar de Cortés”) y Hawái, uno de los destinos turísticos más populares de Estados Unidos junto al estado de Florida.

Erdfunkstelle Gran Canaria

Estación Espacial de Gran Canaria | Foto: Felix König (CC BY-SA 3.0)

El inicio del desarrollo turístico en Gran Canaria


Asimismo, destaca por segunda vez la presencia de un destino español, en este caso de San Bartolomé de Tirajana (más conocido como Maspalomas). Esta población de poco más de 54.616 (fuente INE) habitantes, ubicada en el sur de la isla de Gran Canaria, registró en 2018 más de 12,5 millones de pernoctaciones, lo que la convierte en el tercer municipio con más pernoctaciones de España, solo por detrás de Barcelona y Madrid, según la encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística.

Recientemente, el concejal de Turismo, Alejandro Marichal ha destacado “la implicación turística que tuvo este acontecimiento histórico, el más importante del siglo XX” para el sur grancanario, convirtiéndose en “el inicio del desarrollo turístico” en la isla.