El jamón es una de las delicias gastronómicas españolas, lo que lo convierte en uno de los reclamos turísticos por excelencia. Así, cualquier noticia que afecte a este emblema de la 'Marca España' debe ser tomada con mucha seriedad y más si ocurren en regiones eminentemente turísticas. Este es el caso de la Comunidad Valenciana, una autonomía que registró 79,4 millones de pernoctaciones en 2017 según datos de la Agencia Valenciana de Turismo y donde se han retirado millones de toneladas de jamones en muy mal estado.

En concreto, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) ha denunciado la retirada de 490,6 toneladas de productos cárnicos, principalmente jamones, chorizo, salami y salchichón, que estaban almacenados en cinco establecimientos de la Comunidad Valenciana que, además, carecían de autorización sanitaria e inscripción en el Registro General Sanitario de Industrias Alimentarias y Alimentos.  

De estas 490,6 toneladas de alimentos inmovilizados, se han retirado más de 4.300 kilos de productos loncheados y 363 piezas de jamón y paleta de la compañía Family Cash.

Suscripción

Al respecto, Consumidores en Acción (Facua) ha solicitado al Ministerio de Sanidad, a través de un comunicado, medidas contundentes y exhaustivas en el control de los productos cárnicos, así como el incremento de las inspecciones de las empresas que vendan estos alimentos en todo el territorio nacional, con el fin de evitar la venta de artículos insalubres y salvaguardar así el bienestar de los consumidores.  

En este sentido, la Conselleria de Sanidad valenciana ha inactivado cinco empresas ubicadas en los municipios de de Alzira, Bocairent, Cheste y Real de Montroy, así como ha considerado que otras comunidades autónomas pueden verse igualmente afectadas.