El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) ha alertado de la llegada de las hormigas de fuego a España. Concretamente se ha localizado la primera colonia de Wasmannia auropunctata en la popular zona turística de Marbella (Málaga).
La colonia de estas hormigas ocupa una superficie de 6 hectáreas de una urbanización en este destino de la Costa del Sol. La llamada de una persona a una empresa de control de plagas dio la voz de alarma al avisar sobre hormigas “muy pequeñas y que pican”. El encargado de documentar el hallazgo fue Xavier Espadaler, investigador del CREAF y la UAB, junto a Carlos Pradera y Juan Antonio Santana que han publicado un artículo científico que ya ha sido trasladado al Ayuntamiento de Marbella.
Espadaler explica que “hay que dedicar esfuerzos a erradicarla” haciendo tratamientos y dejando de regar durante dos años, aunque cree que probablemente este no será el único nido establecido en la zona: “Es tan pequeña que es prácticamente indetectable. […] es imposible ver una hormiga de color pardo y de poco más de 1 mm. Es posible que ya esté en otros lugares y nadie la haya visto".
Dos obreras se cruzan en una hilera. Autor: Carlos Pradera
Desde CREAF destacan que la picadura de estos insectos provenientes de América del Sur, es “intensa y ardiente” en humanos y que en algunos casos causa ceguera en animales salvajes y domésticos como gatos, perros, gallinas, jaguares y “hasta elefantes en África”. Destacan que no sólo representan un riesgo sanitario, sino también ecológico para las especies autóctonas, como ya ocurre con otra especie invasora como la hormiga argentina.
Hasta el momento, esta especie invasora ya ha logrado establecerse en zonas tropicales de África, en el Caribe, en el Pacífico y en Australia, aunque esta es la primera vez que es detectada en Europa. Proligeran especialmente en zonas cálidas y húmedas, por eso se encuentran en áreas bien regadas como huertos y jardines particulares.
Espalader destaca que la expansión turística de la costa sur de la Península puede favorecer su propagación: “El hecho de que la costa sur de la Península esté tan urbanizada y haya temperaturas altas puede facilitar la expansión de esta hormiga, no lo descartemos en absoluto”.
