"Son las 3 de la tarde, una hora menos en Canarias y una hora más en Baleares"... ¿Se anunciarán así en el futuro los telediarios nacionales? Pues así sería, si se hubiera llevado a cabo la medida propuesta por el Parlament Balear el pasado 25 de octubre, que consistía en no cambiar la hora a finales de octubre y haber mantenido el horario de verano, es decir, adoptar el horario GMT+2 con una hora de diferencia a la Península y dos horas con respecto a Canarias.

La propuesta de Baleares (2016)

El Parlament Balear argumentó su propuesta en "tener un horario racional, lógico y natural" porque, según afirmaron los grupos políticos, "la luz natural permite realizar más actividades al aire libre por la tarde, fomenta el ahorro energético y contribuye a la mejora turística porque los visitantes pueden alargar la jornada y también a la dinamización comercial". Estos argumentos han sido, además, enfocados desde el hecho de que Baleares es la comunidad autónoma situada más al este y, por ello, el primer lugar de España donde anochece. En Mallorca, por ejemplo, tras el cambio horario amanece estos días a las 7:30 y anochece a las 17:37, siendo la salida del sol más tardía a principios de enero (8:10) y la puesta del sol más temprana a principios de diciembre (17:25). Madrid le ha respondido a Baleares que "no puede modificar o mantener de forma unilateral el horario" al estar éste regulado a nivel europeo por una Directiva de la Unión Europea. Al margen de esta imposibilidad de autorregulación horaria, algo evidente y conocido por el Parlament Balear, veamos si detrás del atractivo eslogan "horario de verano todo el año" se esconden algunas incongruencias:

  1. ¿Ahorro energético?: Se enfoca tanto el sol por la tarde (¿quién no quiere más horas de sol por la tarde?), que parece que olvidamos que las horas de sol son las que son, y que la prolongación de luz por la tarde equivaldría a una amanecida más tardía. La salida más tardía de invierno, a principios de enero, llegaría a producirse a las 9:10 de la mañana, lo que podría ser algo tarde desde el punto de vista del ahorro energético, considerando que la mayoría de los horarios de oficina empiezan entre las 8:00 y 9:00 horas y la hostelería comienza incluso antes a dar sus servicios (el grueso de la plantilla empieza entre las 7:00 y las 8:30). Además, hay que tener en cuenta que en la hostelería los picos de consumo energético van supeditados al biorritmo de sus clientes, en invierno principalmente clientes mayores, que muestran un pico de afluencia al comienzo de los principales servicios (desayuno y cena). Por tanto, habría un saldo entre ahorro energético por la tarde y pluscoste matinal, sin poder especificarse cuál predominaría, pero, cuando menos, podemos ver que la tesis de un ahorro de energía no está del todo clara. 
  2. Biorritmo del turista: El turista principal de Baleares es el turista alemán, que actualmente tiene en origen el mismo uso horario (GMT+1). De adoptar Baleares el horario GMT+2 el turista alemán adelantaría su reloj una hora, pero ¿realmente "viviría el día una hora más tarde"? Recordemos que en invierno el turista predominante en Baleares es el turista mayor, un perfil de con un biorritmo constante y "tempranero". En el otro Archipiélago español, Canarias, donde ya durante el mes de octubre la clientela cambia hacia esta media de edad, apreciamos como el flujo de demanda se desplaza durante este mes hacia los comienzos de los principales servicios (desayuno y cena), adelantando incluso algunos hoteles la apertura de los restaurantes antes de que se produzca el cambio oficial de hora, es decir, que la afluencia temprana a los restaurantes se está produciendo independientemente de que haya una hora más de sol. Por tanto, la tesis de la "mejora turística por alargar su jornada" podría ser seriamente cuestionada por estar ante un perfil de turista que muestra evidencias de un biorritmo bastante constante.
  3. Biorritmo del residente: La declaración del Parlament Balear funda su propuesta en que "la ausencia de sol repercute de manera negativa en la salud de las personas con alteraciones que provocan depresión o insomnio". Sin embargo, la propuesta de adoptar durante el invierno el horario GMT+2 podría resultar mucho más agresiva para el biorritmo del residente local, pues nótese que los residentes tendrían que adaptarse (sólo en invierno) a nuevos horarios de las programaciones televisivas: los telediarios empezarían a las 16:00 y las 22:00 horas, las series o películas del "prime-time" pasarían a las 23:30, etc. Es decir, que Baleares estaría dando el paso contrario al que aconsejó la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios a la Península en septiembre del 2013, que proponía adoptar el horario GMT+0 en toda España y adelantar los "prime-time" (horarios de máxima audiencia) para poder conciliar mejor la vida familiar y aumentar el tiempo de sueño (donde España está por debajo de la media europea). En este sentido, la propuesta del Parlament Balear tiene visos de ser incompatible con el biorritmo del residente, pues posiblemente estaría creando el efecto contrario al pretendido. 

En este contexto, Baleares no es la primera comunidad en la que se proponen cambiar los horarios. En Canarias hace tres años se hicieron dos propuestas similares. 

Las propuestas de Canarias (2013 y 2014)

En Canarias, la regulación intervencionista de todos los ámbitos posibles condiciona la piedra angular de la política turística desde hace más de dos décadas y, por tanto, no podía faltar alguna propuesta para modificar los horarios del sol. Tanto es que la misma propuesta que ha hecho ahora el Parlament Balear ya se hizo desde el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana en abril del 2014 con la misma argumentación: el posible ahorro energético y un supuesto mayor disfrute turístico por la tarde. En dicho caso tampoco se efectuó ningún estudio concreto sobre el ahorro energético o sobre las afectaciones al biorritmo del turista.

Pero más mediática (y temeraria) fue la propuesta inversa que se produjo en septiembre del 2013 por el Presidente de la Comunidad autónoma de Canarias: tan sólo 24 horas después de que la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios propusiera adoptar el horario GMT+0 en toda España, el Presidente canario anunció que, en ese caso, también Canarias atrasaría su horario en una hora con el fin de mantener la promoción diaria de los telediarios nacionales por la coletilla del ?una hora menos en Canarias?. Salta a la vista que fue un mensaje precipitado y populista, por no haber considerado ninguna de las consecuencias para Canarias del horario GMT-1 como son, por ejemplo, el obligar al turista a adaptarse a un horario con dos horas (p.ej. Alemania) o tres horas (p.ej. Finlandia o Países Bálticos) de diferencia, los pluscostes de adelanto de la actividad económica, etc.

En definitiva, en vez de estar debatiendo por separado cada Comunidad el horario que mejor le podría convenir (algo que depende en gran medida de los partidos políticos del momento y de si predomina el rigor científico o la carga populista), el debate más bien se debería centrar en la propuesta de la Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios, es decir, en estudiar la viabilidad de restablecer el horario nacional GMT+0 que tenía España antes de 1942. Está más que demostrado que el español duerme menos que el centroeuropeo y el horario GMT+0, junto con un adelanto de los "prime time", contribuirían a mejorar este desfase. Y quizás llegue pronto el día en que un telediario nacional se anuncie con "son las 2 de la tarde"; así, sin más.