El próximo 31 de mayo caducan las condiciones de los actuales Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE). Y aunque todo apunta a que esta figura será renovada hasta el 30 de septiembre, miembros del Gobierno se encuentran actualmente negociando las condiciones con los agentes sociales (empresarios y sindicatos).

El próximo viernes 21 de mayo, ambas partes volverán a reunirse en busca de un acuerdo que prorrogue estas ayudas. Lo cual no será fácil, ya que los agentes sociales, sobre todo los empresarios, se han mostrado contrarios a la última propuesta del Gobierno.
 

 

¿Qué propone el Gobierno?

Con la intención de incentivar la activación de los empleados que se encuentran todavía en ERTE, miembros del Ejecutivo han propuesto que se penalice a las empresas que mantengan a sus empleados inactivos o en ERTE.

Actualmente, los ERTE, además de garantizar el cobro del 70% del salario a los trabajadores, sirven también de ayuda a las empresas, que ven reducidos los pagos a la Seguridad Social por cada empleado (entre un -100% y un -75% dependiendo del tipo de ERTE). El Gobierno propone:

A las empresas que mantengan a sus empleados inactivos o en ERTE, se les reducirá ese “descuento” en el pago a la Seguridad Social, por lo que la compañía haría frente a una carga mayor.

La penalización se llevaría a cabo en los ERTE de limitación (aquellas empresas que pueden abrir, pero que ven limitada su actividad) o los ERTE de sectores “ultraprotegidos” (muchas empresas de la cadena de valor turística).



 

Por otro lado, el Ejecutivo también ha propuesto la incorporación de los empleados fijos discontinuos a los ERTE. Hasta ahora, este tipo de trabajadores se encontraban protegidos por otra ayuda extraordinaria. El Ministerio de Trabajo recomienda a las empresas llamar a trabajar a estas personas, pero que, en caso de que la compañía no se encuentre en pleno funcionamiento, los sumen a los ERTE para que queden protegidos.

Reacciones

Los empresarios se muestran contrarios a las propuestas del Gobierno porque consideran que las medidas no funcionan como un verdadero incentivo, como en los casos en los que los dueños de los negocios no tienen opciones reales de reabrir o ampliar su actividad, por ejemplo, los hoteles sin la llegada de turistas.

Desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) señalan que el sector turístico se encuentra todavía en un momento muy crítico y asumir estos cambios sería inviable, llevando a numerosas empresas al cierre definitivo.
 


En este sentido, la patronal señala otras figuras para promover la reincorporación de los trabajadores como son la aceleración del proceso de vacunación, los bonos turísticos, la puesta en marcha del Imserso, entre otras medidas.