Leonardo Mezzini, músico italiano, graduado en el Conservatorio de Ámsterdam, viajó a Barcelona el pasado 16 de junio a bordo de un vuelo de la compañía Transavia. El pasajero iba acompañado de su guitarra que llegó al destino en condiciones deplorables.

En un post colgado en su muro de Facebook, Mezzini publica unas fotos del instrumento totalmente destrozado. Quizás intentando quitar hierro al asunto y tomándoselo con mucho sentido del humor, el músico le da las gracias a la aerolínea porque “ya era hora de que se enfocara más en cantar y bailar”.

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Según Mezzini, la persona que le hizo el check in, le aseguró que la guitarra estaría “perfectamente bien”. “La pondremos junto con el equipamiento deportivo con el máximo cuidado”, apuntó la empleada de la línea aérea.

Transavia autoriza a llevar instrumentos musicales pequeños como equipaje de mano (violín, flauta, clarinete o trompeta). Sin embargo, sólo pueden transportarse en la cabina instrumentos cuyas dimensiones, incluida la funda protectora, no excedan de 25 x 117 x 38 centímetros y cuyo peso máximo sea de 10 kg. El músico italiano advierte a los que viajen acompañados de un instrumento musical que “verifiquen las dimensiones permitidas”. “Nunca dejes que ellos manipulen el tuyo”, concluye refiriéndose a la compañía.