Si esta misma semana TUI anunció una pérdidas de 193,3 millones durante el primer semestre del año, ayer el otro gigante de la touroperación europea, Thomas Cook, hizo lo propio comunicando unos números rojos de 318,9 millones de euros (272 millones de libras) para el período comprendido entre el 30 de septiembre de 2016 y el 31 de marzo de 2017.

No obstante, se observa una mejoría respecto al ejercicio anterior en el que registraron unas pérdidas de 331,8 millones de euros.

Por otra parte, durante la primera mitad del año los ingresos se han incrementado hasta alcanzar los 3.511 millones de euros, lo que se traduce en una mejora del 3%. España y los viajes de largo radio han sido elementos esenciales para este aumento.

Las previsiones para el verano

Durante la presentación de resultados han revelado que el 61% del programa de verano está vendido, habiéndose incrementado las reservas un 12% respecto al 2016.

Desde el touroperador celebran que se trata de una temporada más competitiva que las anteriores, aunque aún destacan que la demanda hacia los dos archipiélagos españoles es elevado. Entre el resto de destinos que muestran buenos niveles de reserva, destacan Grecia, Chipre, Croacia y Bulgaria.

De hecho, la compañía ha puesto el foco en las reservas a Baleares y Canarias donde aseguran que quieren limitar el crecimiento en cuanto a volumen para apostar por la calidad y “productos con un margen de venta mayor”. Por ello, indican que las reservas desde Reino Unido han disminuido ligeramente respecto a las del pasado año y “los precios de venta promedio han aumentado un 2%.

En cuanto a los destinos de crisis, han desvelado que la demanda a Egipto “significativamente” en las últimas semanas, subrayando que los clientes se han visto atraídos por la “calidad y la valía del destino”. Asimismo, la “demanda hacia Turquía también ha mejorado recientemente, con reservas al mismo nivel que el pasado año”.