Las costas de Baleares están viviendo en los últimos meses un acalorado debate entre la protección de su entorno natural, con especial énfasis en las praderas de posidonia, y la explotación turística del entorno. Mientras dura el conflicto, algunos navegantes aseguran haberse sentido ?criminalizados? y ser víctimas de ?falta de información? entre la sociedad y los medios de comunicación.  Bungalow 103, dirigido por Ignacio Moll, ha querido afrontar este problema y en su última edición tuvo ocasión de hablar con Jaime Darder, coordinador de ANAVRE en Baleares y ex presidente de esta Asociación. Esta asociación, que engloba a los llamados ?navegantes de recreo? quiso hacer hincapié en las diferencias entre los megayates y el resto de barcos. Según sus cifras, más del 90% de la flota de recreo está compuesta por embarcaciones de menos de 15 metros, por lo que esosenormes yates representan una minoría que podría no representar ni siquiera al 1%. Para ser más claros en su postura, Darder detalló que ?el ancla de un barco de recreo normal pesa unos 10-20 kilos y su capacidad destructiva es mínima?, argumentando así que los daños detectados en la pradera de posidonia no podrían explicarse simplemente por la acción de los navegantes. Este abogado especialista en náutica comentó en los micrófonos de Capital Radio que ?cualquier navegante con dos dedos de frente intentará no soltar el ancla sobre la posidonia por motivos de seguridad, ya que no ofrece un buen agarre en el fondeo. El ancla se puede deslizar por el fondo y el barco puede acabar estrellado contra las rocas?.


Jaime Darder advirtió asimismo que no está de acuerdo con las valoraciones hechas por los grupos ecologistas o por la Administración, y llegó a tacharlas de ?alarmistas?. ?Hay que tener en cuenta que la posidonia es una planta y que tiene dos partes: la raíz y la hoja. Esta última ?dijo- es caduca, y cada inicio del invierno tenemos un montón de hojas muertas flotando a orillas de la playa. Sólo está verde y frondosa en primavera?. Esa confusión se agranda, cree, porque ?las pocas veces que cae el ancla sobre la posidonia, al sacarla arrancas hojas, pero no raíz. Con el ancla de un megayate, que a lo mejor pesa 200 kilos, a lo mejor sí, pese a que a veces las raíces tienen más de un metro de profundidad?. En su opinión, el mayor enemigo de la posidonia es la mala calidad del agua producida por factores como la temperatura, la suciedad o la aparición de algas invasoras. Por ello, el coordinador de ANAVRE en Baleares denunció que ?lo que no se dice nunca es que tenemos emisarios vertiendo aguas fecales directamente en nuestras bahías. El sistema de depuradoras de Baleares no es el que era en los años 80. Ha crecido la planta hotelera y la población, y el sistema no da abasto pese a las inversiones?.


En cuanto a los esfuerzos del Gobierno de Baleares por  regular esta actividad, Darder relató que la posidonia está considerada especie protegida por el Gobierno Central, pero el ejecutivo que firmó ese reconocimiento, el de los últimos meses del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, dejó en manos de las Comunidades Autónomas la regulación de las tareas de fondeo sobre las posidonias. Desde entonces se han llevado a cabo varios intentos por parte de los sucesivos gobiernos regionales. Según apuntó el portavoz de ANAVRE, llegó a haber un primer borrador que no consideraba fondeo lo que realizaban aquellas embarcaciones de menos de 15 metros y que tienen anclas muy ligeras, como ya se ha explicado. Posteriormente, en otro borrador, se prohibió tajantemente ni siquiera fondear en zonas cercanas a las praderas de posidonia, pero tampoco llegó a buen puerto. Para concluir su intervención, Darder ha reconocido que ?al parecer se está elaborando otro, buscando el consenso de todas las partes implicadas, pero todavía no nos ha llegado a nosotros ni a otros agentes sociales?.