Los aeropuertos son lugares de paso en los que las esperas se convierten en eternas para los pasajeros. El tener que llegar con suficiente antelación a la hora de embarque hace que los pasajeros se sientan tentados a tomar algo para hacer más llevadero el rato.

Este es el caso de Eugenia González Salgado que madrugó el pasado 9 de octubre para volar junto a su madre y su hija desde Málaga rumbo a Gran Canaria y que recibió una sorpresa al pagar la factura de su desayuno.

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Tres cafés, tres zumos de naranja y tres croissants arrojaron una cuenta de 28,05 euros.  Lo que la propia González, fan confesa de la película de Catherine Hepburn, consideró como “un desayuno con diamantes”. Hablando con Tourinews, la viajera confesaba que les “salió más caro el desayuno que la cena de la noche anterior”.

“Esto es un desayuno con diamantes”

Sin embargo, aseguró que el servicio recibido fue muy bueno porque “te atendían en mesa” y “no te hacían pasar por un self-service”. No obstante, en lugar de indignarse decidió tomarse la situación con humor comentando al camarero “lo precioso que era el anillo en el interior del croissant”.