Javier Sánchez-Prieto, presidente de Vueling, ha admitido que la crisis que la aerolínea sufrió el año pasado hizo que los “niveles de satisfacción bajaran drásticamente”. Sin embargo, apunta que en la actualidad están al mismo nivel que antes del verano pasado y que no volverá a pasar lo mismo porque “estamos mucho mejor preparados”. 

La compañía lleva meses teniendo la mejor puntualidad en el aeropuerto de El Prat. En Semana Santa llegaron al 92%. 

La crisis obligó a implantar unas medidas cuyos costes ascendieron hasta los 40 millones de euros. Además, en la actualidad han adoptado un plan de acción con una inversión de 15 millones. También se ha ajustado el programa de vuelos, se han mejorado los tiempos de embarque, se ha contratado a más personal y se está trabajando con el aeropuerto, con Aena y con el control de tráfico aéreo para que la operación sea mejor que antes. 

En cuanto a la saturación en el Prat, señala que “es una infraestructura con una capacidad mayor a la que hoy en día se está operando, pero que puede estar artificialmente restringida por elementos medioambientales”. Además, argumenta que si se quiere crecer “sobre todo en verano, habrá que aumentar la capacidad de las pistas por hora, que actualmente es de 72 operaciones. El cuello de botella de las pistas llegará antes que el de las terminales, y las pistas pueden dar más de sí”.