Las empresas turísticas alemanas mantienen sus quejas sobre el Impuesto de Actividades Económicas (Gewerbesteuer). Y es que la modificación sobre este tributo realizada en 2008 convertía a los bienes en alquiler en objeto de imposición (activos fijos), un cambio que que castiga duramente a las empresas que ofrecen servicios de viajes.

Y es que la interpretación de la ley ha dado lugar a que los touroperadores, además de rendir cuentas por sus oficinas o tiendas, tengan que tributar por cada habitación de hotel, camarote en crucero o asiento de avión que contraten. Las principales asociaciones del sector sostienen que estos cambios atacan a la industria vacacional poniendo en peligro su supervivencia, especialmente si se tiene en cuenta que no importa en qué parte del mundo se realice la adquisición de la cama.

Desde Alianza de Agencias de Viajes Independientes (ASR) critican que la mala aplicación de la normativa para el sector vacacional se debe a que no se contó con representantes de la misma para desarrollar la normativa.

Esta nueva forma de fiscalizar los bienes de las empresas supone un incremento del 125% en el pago del impuesto, lo que supone la ruina para las pequeñas y medianas empresas y lleva a los grandes touroperadores como TUI y Thomas Cook a relocalizar sus departamentos de compras en otros países. En ASR aseguran que ello provocará la pérdida de entre 10.000 y 20.000 puestos de trabajo.

Suscripción

De hecho, una encuesta elaborada por la Asociación de Agencias de Viajes Alemana (DRV) ha arrojado unos resultados preocupantes. Un 24% de las 2.500 operadoras turísticas consultadas  se vería obligado a cerrar si no se producen cambios en la Ley que regula el impuesto. Un 34% de los encuestados está convencido de que al menos algunas aéreas de su compañía serán relocalizadas. Es más, un 62% cree que tendrá que despedir empleados.

Y es que el impacto económico es evidente: según DRV la modificación del IAE provoca un incremento de 230 millones de euros al año en los impuestos que las empresas turísticas pagan al año. Si se tiene en cuenta que muchas empresas han apelado y que aún no han abonado los aumentos correspondientes a los últimos 9 años, el coste para la industria sería de 1.400 millones de euros.

Por el momento, están esperando la vista oral de la Corte Federal Financiera que dé respuesta a las apelaciones presentadas por las diferentes compañías vacacionales.

El Impuesto de Actividades Económicas es una figura impositiva que sólo aplican cinco de los Estados Comunitarios: Luxemburgo, Italia, España, Francia y Alemania.  En el país germano se aplica sobre el beneficio empresarial y su objetivo es compensar las cargas adicionales generadas por las empresas en los municipios de Alemania.