Hong Kong, Macao, Taiwán y Tíbet, estos son los cuatro territorios de la discordia para China que han llevado al gobierno de Pekín a tirar de las orejas a dos de los principales actores del sector turístico mundial: Delta Airlines y Marriott Hotels.

El gobierno del país asiático se ha propuesto eliminar cualquier tipo de equívoco sobre la soberanía de estas demarcaciones bajo su política de ‘Una China’, por lo que se ha puesto a investigar y sancionar a aquellas empresas que listan en sus portales web a estas regiones como naciones independientes.

La última en recibir un apercibimiento, a mediados de enero, ha sido la estadounidense Delta Air Lines, que se ha visto obligada a pedir disculpas por catalogar a Tíbet y Taiwán como países independientes. Tras ser convocados sus representantes por la Administración de la Aviación Civil de China (AACCh) para dar explicaciones, la aerolínea se vio obligada a emitir una nota de disculpa en la que lamentaba “los graves errores que hirieron los sentimientos del pueblo chino”.

Suscripción

En la carta, Delta dijo que está “totalmente comprometida con China y los clientes chinos, ya que China es uno de sus mercados más importantes”.

En otro comunicado, la AACCh aseveró que requerirá de forma inmediata que todas las líneas aéreas extranjeras que operan rutas a China realicen una investigación exhaustiva de la información del cliente que ofrecen a través de sus sitios webs y sus aplicaciones para evitar que se produzcan incidentes similares.

Sanciones para la mayor hotelera del mundo

Este mismo mes, Marriott también ha sufrido bajo la política ‘Una China’. La mayor hotelera del mundo fue sancionada con el cierre de su aplicación móvil y su página web durante una semana después de que enviara una encuesta a sus clientes en la que identificaba a Tibet, Hong Kong, Macao y Taiwán como países.

La compañía, a través de un comunicado de su CEO, Arne Sorenson, y de la cuenta de Twitter de su programa de fidelización (Marriott Rewards) han querido dejar claro que no ponen en duda la soberanía de esos territorios: “No apoyamos a nadie que subvierta la soberanía y la integridad territorial de China y no tenemos la intención de alentar o incitar a tales personas o grupos”, afirmó Sorenson.

Lo que queda claro es que toda compañía que opere en China continental debe revisar sus formularios web para evitar que las iras de la población y del gobierno de Pekín caigan sobre ellos y les priven de la oportunidad de operar en uno de los mercados más importantes del mundo.