Durante los cinco primeros meses de este año se han quemado un total de 8.643,48 hectáreas de la superficie de España, un 77,4% menos que hace un año, cuando ardieron 38.256,65 hectáreas, y un 69,52% menos que la media de la última década, según recoge la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal.
En lo que respecta a los incendios, han tenido lugar 2.563, casi tres veces menos que en 2017, cuando prendieron 6.140, y dos veces por debajo de la media de los últimos diez años, cuando avivaron 5.206 incendios.
La mayor parte de los fuegos fueron conatos (1.646), es decir que se apagaron antes de arrasar una hectárea de superficie. Por lo que los 917 restantes fueron incendios, incluso uno de ellos superó las 500 hectáreas. Durante el mismo periodo del año pasado, ya habían sido registrados 6 grandes incendios forestales.
Además, el 73,81% de las hectáreas afectadas (que son 6.380) fueron de superficie matorral y monte abierto; el 17,18% (1.484,91 hectáreas) superficie arbolada, mientras que las 778,46 hectáreas restantes eran pastos. Con respecto a la distribución geográfica, el 47,83% de los incendios tuvieron lugar en el noroeste peninsular; el 32,03% en las comunidades interiores; el 19,66% en el Mediterráneo y el 0,47% en las Islas Canarias.
De esta manera, el 71,90% de la superficie forestal fue arrasada en el noroeste; el 12,01% en el interior; el 11,43% en el Mediterráneo y el 4,64% en Canarias. Mientras, en lo referido a las superficies arboladas, ardió el 59,29% del noroeste; 26,95% en Canarias; el 9,33% en el interior; y el 4,43% en el Mediterráneo.
Porcentaje de las superficies forestales y arboladas quemadas en España desde enero a mayo de 2018
