Algunas personas pasan mucho tiempo planeando sus vacaciones a su lugar ideal pero, una vez en el destino, tienen actitudes poco cívicas que ponen en peligro sus vidas o arruinan el disfrute de otros viajeros.

Muchos podrían entrar en una especie de libro de Récord Guinness por su insensatez o estupidez. Algunos ejemplos son:

El turista que arrancó el lóbulo de la oreja de una estatua de la Isla de Pascua: El finlandés Marko Kulju visitaba el Parque Nacional Rapa Nui cuando decidió llevarse de recuerdo un trozo de una estatua moai de 13 pies, algo que no gustó mucho a las autoridades locales.

El turista que rompió el dedo de una escultura: ocurrió en Florencia, en el Museo dell'Opera del Duomo. La pieza de unos 600 años de antigüedad y que se cree que es obra del escultor medieval Giovanni d'Ambrogio, sufrió una mutilación cuando un turista norteamericano intentó medir el dedo de la mano de la escultura. Ocurrió tan rápido que los guardias de seguridad no pudieron hacer nada para detenerlo.

Estatua

Foto de Tiempo News Feed

Suscripción

Los turistas que arruinan el Coliseo de Roma: escenario de batallas de gladiadores, recientemente lo ha sido de luchas entre autoridades y vándalos. Dos brasileños fueron arrestados mientras intentaban escalar una puerta del recinto. Uno de ellos sufrió una fractura de cadera. Ese mismo día alguien hizo una pintada en ese mismo lugar. No ha podido precisarse si fue otro acto vadálico o una represalia por la detención de los turistas.

El niño de 12 años que tropezó y golpeó una pintura: un chico taiwanés tropezó en un museo de Taipei y abrió un agujero del tamaño de un puño a un óleo de 350 años de antigüedad y valorado en 1,5 millones de dólares. 'Flores', la pintura sobre lienzo de Paolo Porpora, era parte de una colección privada. En este caso, fue un accidente y el niño se disculpó. Afortunadamente, la obra estaba asegurada.

Un tropiezo en una escalera destruye una exhibición de jarrones: Nick Flynn visitaba un museo en Cambridge y accidentalmente destruyó una exhibición completa de jarrones de la dinastía Qing, muy antiguos y valiosos. Los organizadores de la exposición habían colocado las piezas al pie de un tramo de escaleras. El hombre tropezó con los cordones de sus zapatos e intentó agarrarse de lo que se le puso a tiro. 130,000 dólares volaron en pedazos.

Rompe

Foto de Telegraph

El mensaje desafortunado: Vladimir Umanets reconoció su error, después de que fuera detenido y condenado a dos años de prisión. El turista pintó un mensaje sobre una pintura del artista expresionista abstracto, Mark Rothko. Umanets decidió introducir el amarillo para dar un toque contemporáneo a la obra. Más tarde declaró que "desfigurar el Black on Maroon de Mark Rothko en el Tate Modern no era la forma correcta de hacerlo".

El visitante que rompió una estatua intentando hacerse un selfie: un joven de 24 años hizo añicos una efigie del gobernante portugués, Dom Sebastiao, mientras se empeñaba en inmortalizar el momento. El hombre escaló por un costado de una estación de tren de Lisboa, perdió el equilibrio y la estatua de 126 años de antigüedad fue a parar al suelo, ante la mirada perpleja de otros espectadores. Intentó huir pero la policía pudo darle alcance y detenerlo.

Estatua

Foto de SBS

Dos turistas se llevan una cría de bisonte: Ocurrió en el parque Yellowstone y los implicados argumentaron que el animal temblaba y se estaba congelando. Así que, lo metieron en la parte trasera de su vehículo y lo llevaron a una estación de guardabosques cercana. La historia no tuvo un final feliz puesto que el animal tuvo que ser sacrificado al no poder, supuestamente, reunirse con el resto de la manada. 

bisonte

Foto de National Geographic