El aeropuerto internacional de Nacala, en Mozambique (África), se construyó para que se convirtiera en el segundo más concurrido del país. Por ello, se invirtieron en él 160 millones de euros, financiado de manera parcial por un préstamo de 64 millones procedente del Banco Nacional de Desarrollo del Gobierno de Brasil, BNDES. 

Sin embargo, aunque puede recibir hasta 1.240 pasajeros, tres años después solo opera al 4% de su capacidad y sus 16 mostradores de facturación y sus dos salas de embarque se encuentran vacías la mayor parte del tiempo. 

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A su inauguración en 2014 acudieron representantes de aerolíneas como Ethiopian Airlines y South Africa Airways, interesadas en invertir en la terminal. 

Su construcción corrió a cargo de la empresa brasileña Odebrecht Infraestructura, que en la actualidad protagoniza un escándalo de corrupción en América Latina. 

Cabe destacar que, según ACNUR, Mozambique es el séptimo país más pobre del mundo. 

Video: BBC