Irán quiere convertirse en un destino turístico de referencia a nivel mundial. En tan solo dos semanas, la capital, Teherán ha acogido tres importantes eventos internacionales: una convención de guías, la feria de turismo y una conferencia de inversores y hoteleros. El país persa tiene como carta de presentación 21 lugares considerados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.

'Ve Irán diferente' fue el lema de la Feria Internacional de Turismo de Teherán. Allí se destacó que la nación es segura y no sufre la lacra del terrorismo como sí sucede en otros países de Oriente Medio.

El acuerdo nuclear alcanzado por Irán con otras seis grandes potencias en 2015 diluyó las trabas diplomáticas y comeciales y constituyó un cambio de ciclo para la industria del turismo. Sin embargo, Reza Salehi, encargado de relaciones públicas de la Corporación de Desarrollo del Turismo de Irán ha señalado que: "Para tener un mayor crecimiento hay que desarrollar tanto las infraestructuras del país -construcción de nuevos hoteles y de áreas de descanso en las carreteras- como los lazos internacionales”.

Además, se enfrenta a otro obstáculo. El veto de Estados Unidos fue contestado por la nación con medidas recíprocas, algo que ha afectado al sector de los viajes.

Fatima Pahlavan, directora de marketing y vental del hotel Enghelab, de la compañía Parsian, destacó que aunque en sus hoteles la ocupación aún ronda el 70%, todos los huéspedes procedentes de EE.UU. han cancelado sus reservas. 

El número de visitantes extranjeros superó los 5 millones en 2015 y el plan del Gobierno es llegar a los 20 millones anuales en 2025, algo que supondría unos ingresos de 30.000 millones, según estima la Organización de Patrimonio Cultural y Turismo de Irán. 

Los datos que se ofrecieron en la Conferencia de Hoteles e Inversión en Turismo estimaron que solo 13 de los 96 hoteles de la capital iraní tienen cuatro o cinco estrellas, aunque compañías internacionales como Accor y Meliá ya tienen proyectos en la región.