Las plagas de medusas están empezando a afectar a costas como las de las Islas Canarias. Las aguas cada vez más cálidas de los océanos han hecho que este tipo de animales marinos se hayan multiplicado en los últimos años. Por ello, las autoridades están intentando eliminarlas por todos los medios con ondas acústicas, electrocución, robots trituradores gigantes o convertirlas en fuentes viables de alimento para otras especies, esto último difícil porque se componen de un 96% de agua. 

Estas especies comen larvas de peces y exterminan el plancton de las regiones que ocupan, dañando así los ecosistemas marinos y las reservas de peces. 

En la zona Sur de Tenerife el caso es grave. Cada año se concentran miles y obligan a cerrar playas a diario. Por el momento, parece que no hay solución pues los expertos señalan que a medida que se calienten las aguas estos individuos comenzarán a poblar las aguas canarias de manera permanente, algo que podría repercutir gravemente en el turismo.