Los turistas que han visitado Estambul en las últimas semanas han podido disfrutar de un espectáculo inigualable en el Mar Negro. 

Como cada verano, las aguas se tornan de color turquesa debido a la presencia de fitoplacton. Sin embargo, este año su intensidad no tiene precedentes. Esto causó alarma entre los residentes de la región, que no dudaron en compartir fotografías del fenómeno en las redes sociales. 

El fitoplacton es un organismo flotante y microscópico capaz de producir su alimento a partir de luz solar y nutrientes disueltos. Llegan a la zona a través del agua de ríos como el Danubio y el Dnieper. 

Ahmet Cemal Saydam, profesor de Ciencia Medioambiental de la Universidad Hacettepe ha explicado que no hay que alarmarse porque “no tiene nada que ver con la polución” a pesar de que la variación de tonalidad viene a compañada de un fuerte olor. “En todo el mar Negro hay una explosión de Emiliania huxleyi. Esto es una bendición para el mar”.

No es el único lugar del mundo en el que ocurre algo similar. También se han registrado casos en Islandia, Nueva Zelanda, Chile o Sudáfrica.