Hoy llega a Palma de Mallorca desde Valencia, Rainbow Warrior -el buque insignia del organismo ecologista Greenpreace-, que celebrará en la isla, una jornada de puertas abiertas con la que se pretende concienciar sobre la contaminación del Mediterráneo a causa de los vertidos de plásticos.

Elvira Jiménez, responsable de esta campaña internacional de Océanos, “Menos plástico, más Mediterráneo”, ha asegurado que "hay que cerrar el grifo del plástico y apostar por su reducción y reutilización. La responsabilidad no es solo de los consumidores sino también de las empresas que fabrican y distribuyen los productos y de las administraciones que legislan".

Cada año llegan una media de 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plástico a los océanos, de los que entre el 21% y el 54% acaban en aguas del Mediterráneo.

Es por ello que recientemente, para dar mayor visibilidad al problema, la ONG ha decidido llevar a cabo una acción reivindicativa bajo el lema #NoPlastic, por lo que ha esparcido en aguas baleares, diez enormes objetos de plástico con forma de botellas, pajitas, vasos y tapas, que son los desechos que abundan en las playas y océanos. "Estos objetos que hemos representado se irán rompiendo en trozos más pequeños y casi imperceptibles, aparentemente inofensivos, pero que son aún más peligrosos para el medio marino", ha declarado Elvira desde el Rainbow Warrior.

Greenpeace exige a las entidades europeas -que en los últimos meses han estado revisando las medidas referentes a la gestión de los residuos y envases que se encuentran dentro del plan de acción del paquete de Economía Circular-, que tomen medidas que promuevan la reducción del plástico desechable, y que permitan que cada país europeo pueda establecer libremente las leyes que crean oportunas, en cuanto a envases y reciclaje se refiere.

Tras su visita a Palma, el barco navegará hasta la costa barcelonesa para luego zarpar hasta Italia.