Un enorme Iceberg ha sido el causante de que el número de turistas que visitan el pequeño pueblo de Newfoundland, en Canadá, se haya disparado.

La enorme roca de hielo surca las costas de esta población, siendo la principal atracción para ávidos fotógrafos y curiosos. Es más, durante el fin de semana de Pascua, la autopista que daba acceso a la costa sur de la región quedó colapsada por el tráfico.

El área entre la costa de Newfoundland y Labrador es conocida como el "iceberg alley" (el callejón de los icebergs” debido a la cantidad de bloques que navegan a la deriva. 

Por lo general, este tipo de montañas de hielo suelen estar encalladas en el mar congelado, sin embargo, en este caso toca tierra permaneciendo en un mismo lugar, según explicó el alcalde del municipio, Adrian Kavanagh, que destaca su gran tamaño y la cercanía a la costa.

Según empresarios de la zona, es una gran noticia para los touroperadores puesto que durante esta temporada se espera la llegada de cientos de estas masas gigantes procedentes del Atlántico.