El exjugador del Manchester United Dwight Yorke tuvo que renunciar a su viaje al Caribe debido a que no se le permitió realizar una escala en Estados Unidos.

La leyenda del equipo inglés pretendía embarcar para viajar desde Qatar, donde trabaja como comentarista deportivo, al Caribe haciendo una escala en Miami cuando desde la aerolínea le recomendaron no viajar puesto que tenía un sello iraní en el pasaporte. Yorke se disponía a visitar su país de origen, Trinidad y Tobago.

Yorke declaró al diario The Sun que se sintió como “un criminal”, ya que fue rechazado por tan sólo jugar un partido de fútbol benéfico en Irán en 2015: "Los dos oficiales me dijeron que si me subía al vuelo simplemente sería deportado a Qatar una vez que llegara a los Estados Unidos”. Algo que resulta muy chocante para el deportista que intentó explicar que él ni siquiera reside en Qatar.

Además de la mala imagen internacional que ofrecen este tipo de casos con personajes socialmente relevantes, estos sucesos generan dudas sobre cómo los impedimentos de Washington a ciertos viajeros, pueden terminar reduciendo la llegada de turistas al área del Caribe.