Las fiestas a bordo de los megayates en los puertos de Ibiza ha provocado que unos 200 vecinos haya organizado un ataque con castañuelas en el puerto de Vila, en Ibiza. Los participantes han descrito la acción como un ataque en defensa de la música popular. 

Desde principios del verano dos grupos de baile tradicional: el Colla de sa Bodega y la Colla de Vila tocan cada viernes durante veinte minutos en es Martell, una plaza al inicio del puerto deportivo. Los grupos tienen permiso para hacerlo y los turistas suelen acercarse para disfrutar del espectáculo. Aún así, la iniciativa no agrada a todo el mundo. El pasado 21 de julio a la tripulación de uno de los barcos no le gustó el sonido de la música tradicional y subió el volumen de la suya. 

Ante esto, el pasado martes coincidiendo con la festividad del Ocho de Agosto en la ciudad, se convocó a través de las redes sociales una 'castanyolada'. La treintena de participantes acudió hasta el puerto para ir a tocar las castañuelas frente a los yates. Entre ellos, el ex vicepresidente del Parlamento balear Joan Marí Tur, que llevó un tambor. 

Cada semana los vecinos y comerciantes denuncian el ruido de las fiestas flotantes que se celebran en el puerto, propiedad de la sociedad matriz Sovren House Group (SHG). La instalación puede albergar un total de 16 yates de entre 60 y 85 metros cuadrados que pagan hasta 25.000 euros por noche.