La empresa de seguros nipona Fukoku Mutual Life Insurane comenzará a sustituir a sus 34 empleados admnistrativos por robots, medida con la que espera incrementar su productividad en un 30% y recuperar su inversión en menos de dos años.En un comunicado explicó que hará uso de la plataforma ‘IBM Watson Explorer’ que tiene una “tecnología cognitiva que puede pensar como un ser humano” y que permite "analizar e interpretar todos los datos, incluyendo textos no estructurados, imágenes, audios y vídeos".

La inteligencia artificial contribuirá a reducir el tiempo para calcular los desembolsos de la aseguradora. El coste de implantación del sistema será de 1,60 millones de euros además de 121.000 euros cada año para su mantenimiento. Con todo esto, ahorrará 1,04 millones de euros en salarios. Otras tres empresas están barajando incorporar sistemas similares con el fin de automatizar los trabajos administrativos. El envejecimiento poblacional de Japón y su destreza en el campo de las tecnologías convierten al país asiático en la zona perfecta para probar los sistemas de inteligencia artificial.

También el Ministerio de Economía, Comercio e Industria introducirá un sistema que ayudará a los funcionarios a redactar las respuestas de los ministros durante las reuniones del gabinete y las sesiones parlamentarias. La amenaza para los trabajadores no solo se cierne en el país asiático. 

Estados Unidos advirtió la semana pasada de que solo en el país norteamericano entre 2,2 y 3,1 millones de puestos de trabajo estaban amenazados por las tecnologías de automatización. El mundo del turismo también se prepara para recibir este tipo de inteligencia. En la feria ITB de Berlín del año pasado se presentaron robots con funciones turísticas. Uno de ellos, de nombre Mario, trabaja en un hotel belga y atiende a los clientes en 19 idiomas, un nivel de eficiencia que es difícil que un humano sea capaz de alcanzar.