La Torre Agbar de Barcelona no se convertirá finalmente en un hotel de lujo. Los promotores interesados, Emin Capital y Westmont Hospitality Group, han desistido en el intento de convertirlo en un alojamiento de primera clase debido a las trabas administrativas con las que se han encontrado, aunque disponían de un certificado previo por el que la moratoria que veta la concesión de nuevas licencias de hoteles en toda la ciudad no les afectaba. Por su parte, el Ayuntamiento de la Ciudad Condal ha declarado que la renuncia al proyecto del hotel responde “estrictamente a una decisión del promotor” y no a presiones municipales.Tras la presentación de la anulación de la tramitación de los permisos, el grupo inversor Merlin Properties ha anunciado que compra el edificio con el fin de destinarlo a oficinas. La torre cuenta con una superficie de 37.614 metros cuadrados distribuidos en 34 pisos y un auditorio con capacidad para 350 personas. Además, dispone de cuatro plantas de parking con espacio para 300 unidades.